Por: Marreyna Arias y Samantha Leyva

Álamos, Sonora, 25 de enero de 2018.- Apenas eran las 18:50, y las mil sillas distribuidas en Plaza de Armas se encontraban casi todas ocupadas. Tan solo era la prueba de sonido del tenor sonorense Arturo Chacón-Cruz, quien cantaba una pieza y la gente aplaudía con vigor, pidiendo otra pieza. La sonrisa de Chacón alumbró al público en espera: “¡Nos vemos en la noche!”. Se despidió para retirarse del escenario.

Y es que el concierto del tenor era, sin duda, uno de los más esperados. Después de un año de gira por países europeos, con grandes proyectos bajo brazos, Arturo Chacón Regresó a su natal Sonora para engalanar el sexto día de la edición 34 del Festival Alfonso Ortiz Tirado 2018.

Para Arturo, el regresar a su país y cantar en Sonora es algo muy gratificante. “Vengo a cantarle a mi gente: es un honor, un privilegio y una responsabilidad muy grande, pero también es una gran oportunidad para mí; para rellenar el alma, para tomar fuerzas y llenarme de energía”.

“La Orquesta Filarmónica de Sonora está sonando mejor que nunca”, mencionó con orgullo el tenor; orquesta que le acompañó durante su concierto, bajo la dirección de David Hernández Bretón.

Ante los medios de comunicación, el tenor compartió su sentir hacia la música operística: “El canto surgió de una necesidad muy grande. La primera persona que cantó fue por una pérdida o una alegría muy grande, y la ópera, la música lírica, tiene esa gran característica; que te hace cantar con todo el cuerpo, hace resonar y llega al corazón de las personas”.

Recibe Reconocimiento por ser un Sonorense de 100

Antes de iniciar el concierto, Mario Welfo Álvarez Beltrán, Director del ISC, acompañado de Axel Omar Salas, Presidente Municipal de Álamos, le entregó a nombre del Gobierno del Estado de Sonora un reconocimiento por su “ímpetu, disciplina, dedicación y talento”, por ser un Sonorense de 100, que se ha ganado un lugar muy importante en los principales escenarios para la ópera en el mundo.

Chacón respondió “Si hay un poco de eso pero, es el amor por la música y el amor por el canto lo que me obliga a tener esta disciplina, y más que nada son momentos como éste, cantar para ustedes, mi gente de Sonora, es algo que no tiene comparación”.

Un concierto inolvidable

Hace exactamente 20 años, Chacón-Cruz cantó por primera vez en el Festival Alfonso Ortiz Tirado; en aquel entonces, en el ensamble del Coro de la Universidad de Sonora, recordó. Fue la canción napolitana Funiculì, funiculà, de Luigi Denza, la que le brindó la oportunidad de realizar como solista, misma pieza que eligió para abrir el concierto.

El cantante estrenó en su repertorio Cielo e mar de F. Corelli, a la que se aventuró por llegar a su madurez vocal a sus apenas 40 años. Le siguieron en ese tenor Core ‘ngrato, La donna e mobile  y Las bodas de Luis Alonso.

Enamoró al auditorio con Solamente una vez, Bonita, Amor vida de mi vida y No puede ser, para complacer con Granada de Agustín Lara, -“ésta le gusta mucho a mi familia”- dijo.

Pero el público, ya entregado, coreó  Sonora querida, al igual que una serie de piezas con el mariachi Juvenil de Sonora, -“Otra, otra”- decía el respetable, “Yo risueño y haciéndome cosquillas” contestaba con una enorme sonrisa  antes de complacer.

Sea ópera o sea mariachi, Arturo Chacón canta las dos con todo el corazón. “La similitud entre esta música que amo, que tanto me llena el alma, es que ambas están llenas de sentimiento”.